Mi obra es el reflejo de un viaje introspectivo que comienza como una búsqueda de identidad que me lleva a explorar mis raíces, especialmente en el linaje de las mujeres. Un recorrido que atraviesa las diferentes etapas de mi vida, y en particular en la niñez.
Cada pieza es un diálogo con el pasado y el presente, un intento por rescatar las voces ancestrales que no fueron escuchadas. Utilizando fotografías, material de archivo, objetos personales, textos, collage y elementos de la naturaleza, construyo un lenguaje visual que es a la vez íntimo y expansivo.
Mi proceso creativo se convierte en una práctica meditativa de exploración que, remueve las capas más ocultas de mi ser, dandole vida a mi niña interior. La cual retoma lo lúdico en el acto de creación como una forma de reconciliación con la espontaneidad, la curiosidad y los recuerdos que habitan en mi memoria. Donde la conexión con las plantas, especialmente con las rosas, se entrelaza con las piezas como un símbolo de lo efímero, de fragilidad, regeneración, ciclos, vida y muerte.
Busco capturar lo invisible, traducir emociones y experiencias intangibles, como los sueños, la espiritualidad y la magia, a través del juego con diferentes materiales, los pliegues del papel, la superposición de planos, la tridimensionalidad, las transparencias y las texturas.
Aspiro a que mi obra inspire al espectador a reconectar con sus raíces, con la memoria, con la magia de la naturaleza y con esas pequeñas simplicidades de la vida que solemos perder a medida que crecemos.
